Eugène Ysaÿe-Auguste provenía de un ambiente de los campesinos, aunque una gran parte de su familia tocaban instrumentos. Como violinista Arnold Steinhardt describe, una leyenda se transmite de padres a la familia Ysaÿe sobre el primer violín trajo al linaje:
Se hablaba de un muchacho que unos leñadores que se encuentran en el bosque y trajo al pueblo. El niño creció y llegó a ser un herrero. Una vez, en un festival de pueblo, que sorprendió a todos al tocar la viola maravillosamente. A partir de entonces los habitantes del pueblo se complacía en bailar y cantar al son de su viola. Un día, un ilustre desconocido se detuvo frente a la fragua para que su caballo herrado. criado del conde vio el interior de viola y le dijo al herrero que había oído un nuevo instrumento italiano por parte de ciertos trovadores en la corte del conde. Ese instrumento, llamado el violín, era mucho mejor que la viola - su tono era como la voz humana y puedan expresar todos los sentimientos y la pasión. A partir de ese momento el joven ya no se complacía en su viola. Día y noche pensaba en ese instrumento nuevo y maravilloso, capaz de expresar la alegría y la tristeza y cuyos tonos se fue directamente al corazón humano. Entonces tuvo un sueño: vio ante él a una joven de belleza indescriptible, no a diferencia de su propio amor, Bienthline. Ella se le acercó y le besó la frente. El joven se despertó y miró a la pared de su viola rotos y abandonados para seguir adelante y apenas podía creer lo que veía: allí, en lugar de la flauta, era un nuevo instrumento de bellas proporciones. Lo puso en su hombro y señaló el arco sobre las cuerdas, produciendo sonidos que eran verdaderamente divino. El violín canta en un tono conmovedor: se regocijó y lloró de la felicidad - y lo mismo hizo el músico. Por lo tanto, va la leyenda, llegó el primer violín de las Ardenas y la familia Ysaÿe.
Primeros años
Se hablaba de un muchacho que unos leñadores que se encuentran en el bosque y trajo al pueblo. El niño creció y llegó a ser un herrero. Una vez, en un festival de pueblo, que sorprendió a todos al tocar la viola maravillosamente. A partir de entonces los habitantes del pueblo se complacía en bailar y cantar al son de su viola. Un día, un ilustre desconocido se detuvo frente a la fragua para que su caballo herrado. criado del conde vio el interior de viola y le dijo al herrero que había oído un nuevo instrumento italiano por parte de ciertos trovadores en la corte del conde. Ese instrumento, llamado el violín, era mucho mejor que la viola - su tono era como la voz humana y puedan expresar todos los sentimientos y la pasión. A partir de ese momento el joven ya no se complacía en su viola. Día y noche pensaba en ese instrumento nuevo y maravilloso, capaz de expresar la alegría y la tristeza y cuyos tonos se fue directamente al corazón humano. Entonces tuvo un sueño: vio ante él a una joven de belleza indescriptible, no a diferencia de su propio amor, Bienthline. Ella se le acercó y le besó la frente. El joven se despertó y miró a la pared de su viola rotos y abandonados para seguir adelante y apenas podía creer lo que veía: allí, en lugar de la flauta, era un nuevo instrumento de bellas proporciones. Lo puso en su hombro y señaló el arco sobre las cuerdas, produciendo sonidos que eran verdaderamente divino. El violín canta en un tono conmovedor: se regocijó y lloró de la felicidad - y lo mismo hizo el músico. Por lo tanto, va la leyenda, llegó el primer violín de las Ardenas y la familia Ysaÿe.
Primeros años
Nacido en Lieja, Bélgica, Ysaÿe comenzó a tomar lecciones de violín a la edad de cinco años con su padre. Más tarde reconocería la enseñanza de su padre como el fundamento de todo lo que sabía sobre su instrumento, a pesar de que fue a estudiar con maestros de gran renombre. A los siete años entró en el Conservatorio de Lieja en el estudio con José Massart, aunque poco después se le pidió que deje el conservatorio debido a la falta de progreso. Esto se debía a que, con el fin de mantener a su familia, el joven Eugène tuvo que jugar a tiempo completo en dos orquestas locales, uno conducido por su padre. Eugène fue en jugar en estos conjuntos, a pesar de que estudió y aprendió por sí mismo el repertorio del violín. En el momento en que él tenía doce años, estaba jugando tan bien que un día estaba practicando en un sótano cuando el legendario Henri Vieuxtemps, que pasa en la calle, estaba tan impresionado con el sonido de su violín que se interesó en el niño. Dispuso de Ysaÿe volver a ser admitido en el conservatorio estudiando con el asistente de Vieuxtemps, la tomó nota de Henryk Wieniawski. Ysaÿe más tarde también estudio con Vieuxtemps, y ambos "maestro y el discípulo", como Ysaÿe llamaría los papeles de maestro y discípulo, era muy aficionado a los demás. En sus últimos años, Vieuxtemps Ysaÿe pidió venir al campo sólo para jugar para él.Estudiar con estos profesores significaba que él era parte de la llamada escuela franco-belga de tocar el violín, que se remonta al desarrollo del arco de violín moderno por François Tourte. Las cualidades de esta "Escuela" incluye la elegancia, un tono lleno de un sentido de trazar una "larga" arco sin sacudidas, precisión técnicas de la mano izquierda, y saludando con el brazo entero, manteniendo tanto la muñeca y el brazo calma superior (en comparación con colegio alemán Joseph Joachim de ceder la muñeca y el concepto ruso Leopold Auer, de utilizar todo el brazo.)
Inicios de su carrera
Después de su graduación en el Conservatorio Real de Lieja, Ysaÿe fue el violín principal de la orquesta Benjamin Bilse cervecería, que más tarde se convirtió en la Filarmónica de Berlín. Muchos músicos de la nota y la influencia venía regularmente a escuchar esta orquesta y Ysaÿe, en particular, entre los que figuraba Joseph Joachim, Franz Liszt, Schumann, Clara, y Anton Rubinstein, quien pidió que Ysaÿe ser liberado de su contrato que lo acompañara en la gira.Cuando Ysaÿe tenía veintisiete años de edad, fue recomendado como solista de uno de los Conciertos Colonne de París, que fue el comienzo de su gran éxito como artista en concierto. Al año siguiente, Ysaÿe recibió una cátedra en el Conservatorio de Bruselas en su Bélgica natal. Este comenzó su carrera como profesor, que iba a seguir siendo uno de sus principales ocupaciones después de dejar el Conservatorio en 1898 y en sus últimos años. Entre sus alumnos más respetados son Josef Gingold, ex concertino de la Orquesta de Cleveland y profesor de la Universidad de Indiana, virtuoso de la viola William Primrose, el virtuoso violinista Nathan Milstein (que principalmente estudió con Piotr Stolyarsky), Louis Persinger, Alberto Bachmann, Mathieu Crickboom, Jonny Heykens, Houdret Charles, Jascha Brodsky, y Aldo Ferraresi. Durante su período como profesor en el Conservatorio, Ysaÿe continuó de gira una sección cada vez más amplio del mundo, incluidos todos los de Europa, Rusia y los Estados Unidos. A pesar de los problemas de salud, en particular respecto a la condición de sus manos, Ysaÿe fue en su mejor momento cuando se realiza, y muchos compositores destacados dedicado obras importantes para él, como Claude Debussy, Camille Saint-Saëns, César Franck y Chausson Ernest.En 1886 fundó el Cuarteto Ysaÿe, que se estrenó el Cuarteto de Debussy String. La enseñanza y la composición Como sus dolencias físicas crecieron más prohibitivos, Ysaÿe volvió más a la enseñanza, dirección y un amor temprano, la composición. Entre sus obras más famosas son las seis Sonatas para violín solo op. 27, la Sonata para cello no acompañados, op. 28, una Sonata para dos violines, ocho Poèmes de diversos instrumentos (uno o dos violines, violín y violoncello, cuarteto de cuerdas) y orquesta (Poème élégiaque, Poème de l'Extase, Chant d'hiver, Poème nocturno, entre otros), piezas para orquesta de cuerdas sin bajos (incluido el Poème de l'Exil), dos tríos de cuerda, un quinteto, y una ópera, Pedro el Miner, escrita hacia el final de su vida en el dialecto valón. Ysaÿe había ofrecido el puesto de director musical de la Filarmónica de Nueva York en 1898, pero se negó que debido a su apretada agenda actuación en solitario. En 1918, aceptó la posición del director de la música con la Orquesta Sinfónica de Cincinnati, donde permaneció hasta 1922 y con el que hizo varias grabaciones. Por último, en 1931, el sufrimiento de los estragos de la diabetes extrema que había requerido la amputación de su pie izquierdo, Eugène Ysaÿe murió en su casa en Bruselas y fue enterrado en el cementerio de Ixelles, en Bruselas.
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